Capítulo 32

Rosa es llevada a la hacienda del Coronel Sebastián Malvina le dice a su familia que a pesar de lo infelíz que es con Leoncio no lo abandonará, sobre todo por la salud de su suegro. Finalmente el Coronel Sebastián admite que Rosa es su hija y que cuidará de ella. Malvina estalla de celos y odio hacia su hermana bastarda pero ni así logra hacer desistir a su padre. Isaura obsequia uno de sus vestidos a Rosa.Leoncio,Chico y Raimundo están alerta.El crápula jura que si confirma que Tomasia es la causante de la plaga se vengará de ella. Tomasia le garantiza a Bernardo que esa misma noche será libre si logra quemar los cafetales. Gabriel quiere ir también. Rosa se viste de señorita. Isaura se alegra mucho pero Rosa no deja de fastidiarla. El Coronel le pide al Comendador que acelere los trámites para emancipar a Isaura porque el matrimonio de Malvina corre peligro. El Comendador accede a su petición. Más tarde llama a Leoncio y le ordena escribir una nota para que él tenga plenos poderes sobre los negocios de su padre y también deberá llamar al notario. Helena está felíz de que Rosa vaya a vivir con ellos. Henrique solo piensa en ir a la cocina a cortejar a Isaura. Helena le cuenta a Rosa que su padre la reconoce como hija y que les contó la culpa que siente por el triste destino de Josefa, madre de Rosa.Violeta, Flor de Lis y Margarita consuelan a Miguel ,quien ha estado llorando de impotencia por Isaura. Malvina y Leoncio discuten agriamente porque el crápula no quiere llamar al notario. Rosa llega a la hacienda del Coronel y estalla de felicidad. Cuando Joao y Joaquina la ven dándose aires de señora, se rièn y le recuerdan que aún es esclava. Rosa los amenaza con enviarlos al tronco. El quilombo nuevamente está poblado. André arde en deseos de saber noticias de su padre y de Isaura. Malvina encuentra a Isaura en la cocina y llora amargamente. Le dice que sabe que Leoncio está enamorado de ella pero Isaura le responde que eso no es amor sino orgullo herido de hombre. Malvina no se conforma y se deprime porque no logró enamorar a su esposo.