Capítulo 67

Perpetua recibe a Miguel, Isaura y Pedrito. La mujer les dice que todos los elogios que ha hecho Álvaro sobre Isaura son ciertos. Raimundo y Martinho están cada vez más cerca de Sao Pablo. El Cnel Sebastián llega a casa de Tomasia acompañado del sargento de milicias con una órden del juez y además quiere levantar una acusación contra Gioconda y Tomasia por secuestro pero Helena se presenta ante ellos para no comprometer a Tomasia, diciendo que solo vino a visitar a su hermano Gabriel. Perpetua le pregunta a Miguel porqué no permite que Álvaro corteje a Isaura siendo que su hijo es un estupendo candidato para cualquier mujer. Isaura dice que quiere hablar. Miguel le recueda que si habla se deben marchar. Perpetua le dice a Miguel que esa actitud hace pensar todo tipo de conjeturas y le pregunta si Isaura no puede casarse porque hizo una promesa y deberá hacerse monja. O si Miguel cometió un crímen y es prófugo de la ley. Isaura estalla y ahora si quiere hablar pero de nuevo Miguel se lo impide. Alvaro queda muy mal con todo eso pero todos se van a cenar. Rosa ya está recuperada del todo. Chico la busca de parte de su patrón. Cuando llega a la hacienda, es muy bien recibida por Leoncio y nuevamente ellos se acuestan juntos. Después de la cena, llegan a la casa Blanca, Estela y Geraldo. Blanca se molesta al ver a Isaura allí. Isaura incómoda quiere irse. André ya está a punto de irse tras Isaura a pesar de la pena de Muleca, pero no se puede ir ya que en el quilombo desaparecen unos niños y todos ayudan en la búsqueda. Blanca y Estela comienzan a intrigar sobre los posibles misterios de esta gente y finalmente deducen que son asesinos o delincuentes prófugos de la ley, y doña Perpetua comienza a creer en estas ideas, pero Geraldo muy molesto las critica por sus malos pensamientos.