Capitulo 121

Gioconda puso el grito en el cielo cuando escuchó a todos planificar una emboscada contra Leoncio y teme que Tomasia lo mate. Si bien todos tienen motivos para matar al crápula, todos dijeron que jamás matarían a nadie, por más maldito que sea. En tanto, Isaura y Álvaro conversan amenamente mientras pescan, contándose sobre sus vidas, conocíendose un poco más. Álvaro le relató como fue que tuvo que abandonar sus estudios de derecho para dedicarse a los manejos de las haciendas al morir su padre e Isaura le narró como fue que sus abuelos por parte de padre pasaron de ser ricos a vivir pobremente después que la guerra sobrevino. Bernardo le regaló un carruaje a Muleca quien quedó radiante pero le recordó que antes estaba la libertad de sus hermanos. Henrique y Aurora se leyeron versos de Kamoes. Isaura tocó la frente de Álvaro y ambos celebraron que la fiebre desapareció. Entonces Álvaro dijo: "bueno mi amor: yo creo que esta noche, podemos ser finalmente el uno del otro. A menos que tú desees esperar hasta nuestro casamiento". Isaura quedó sin palabras esbozando solo una pequeña sonrisa. Helena y Diego siguen haciendo el amor...cambian de posiciones y siguen amándose una y otra vez... Belchior le dio un gran susto a Malvina que en ese momento pensaba en Geraldo. El jardinero le exigió la dote porque aunque la boda no se efectuó, a él le corresponde ese dinero asi como el Dr Paulo cobró la suya. Malvina lo sacó corriendo totalmente enojada por la osadía del jorobado. Tomasia terminó de explicar en plan contra Leoncio. Gioconda dijo que parecen una cuadrilla de malechores pero todos van a seguir con la emboscada trazada. Leoncio se dio cuenta que Álvaro no está tan lejos y planeó hacer un gran rodeo con todos su hombres para cercenarles el paso. Blanca cumplió con sus amenazas hacia Pedrito. Se escondió y esperó a que Perpetua se fuera para entrar en la sala y taparle la boca al niño Pedrito. Lo agarró y lo pellizcó en todo el cuerpo. Justo entró Estela que impidió que su hija demente le hiciera más daño al niño que lloraba de dolor. También regresó Perpetua que quedó perpleja ante tanta maldad.