Capítulo 120

Doña Serafina le preguntó al resto de las florecitas si aceptaban quitarle la doncelléz al señor Belchior por 3000 reales y pese, a que es una pequeña fortuna, ninguna aceptó irse a la cama con el pobrecillo. Tal como lo suponía, el Dr Paulo, Martinho, Raimundo y los demás, se burlaron de él, llamándolo cornudo. Fuera de sí, el señor Belchior agarró una navaje dispuesto a atacarlos. El sargento de milicias sacó su arma pero no la usó porque doña Serafina vino por detrás y le pegó al jardinero un botellazo en la cabeza ordenando que lo lleven a uno de los cuartos para que se calme y duerma hasta el día siguiente.
Isaura cuidó de Álvaro con mucho esmero y amor porque todavía sigue con mucha fiebre.
Leoncio y el señor Chico siguieron cabalgando con los hombres un poco más pero al oscurecer decidió volver para no provocar a Malvina, con el propósito de regresar al mismo punto al día siguiente. Cuando llegó a la casa grande, Malvina lo esperaba. Discutieron muy fuerte sobre el mismo tema....la obsesión que tiene con Isaura, la falta de respeto...en fin, la misma cantaleta de siempre. Como castigo, Malvina le ordenó dormir en el cuarto de huèspedes y le anunció que no le daría sexo esa noche. Leoncio quedó muy sorprendido ante semejante decisión.
Henrique sigue malhumorado, ni Muleca ni Bernardo logran animarlo.
Rosa fue humillada por el Cnel Sebastián al no dejarla cenar en la mesa en compania de Aurora, que siente mucha pena de ella.
Helena y Diego siguen haciendo el amor pese a una pelea de sus vecinos. Leoncio intentó adular a Malvina pero ella lo rechazó.
Ál día siguiente, Alvaro se siente un poco mejor de la fiebre y ambos conversan sobre lo que les pasó en el tiempo en que no se vieron. Alvaro le reprochó suavemente que haya creído en aquellas mentiras.

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