Capítulo 41

Ni bien Malvina abandona la hacienda, Leoncio se abalanza sobre Isaura prometiendole que si acepta su amor será la señora de la casa y él el más fiel de los enamorados. Isaura corre y busca un cuchillo y amenaza con matarse si intenta violarla. Leoncio temeroso se marcha diciendo que la verá en la noche y decidirá que hará con ella. Bernardo lleva a Gabriel a la casa de Tomasia. André vuelve al quilombo con Muleca.
El Cnel Sebastián manda a Rosa a una pensión por que Malvina ha vuelto a vivir con ellos. Rosa ve el cuarto de la pensión y queda radiante al ver lo bonito que es.
Miguel está desconsolado por la mala suerte de su hija en manos del crapula. Henrique irrumpe en la hacienda de Leoncio para ver si Isaura está bien. Leoncio lo golpea y lo manda atado a la casa de su padre. Gioconda y Tomasia se desesperan a ver herido a Gabriel. Inmediatamente Diego se apresura a quitarle la bala con ayuda de Bernardo.
El Cnel Sebastián se enfurece al ver golpeado y atado a Henrique y dice que al día siguiente ejecutará la deuda de Leoncio.
Isaura es llevada al cuarto de los esclavos prófugos y estará sin agua y sin comida hasta que ceda a los caprichos del sádico. Diego teme que Gabriel no pueda volver a caminar. Rosa encuentra a Miguel y éste la acompaña hasta la pensión. Rosa le muestra su cuarto y se le insinúa. Miguel le dice que jamás podrá amar a una mujer que no quiera bien a su hija. Rosa furiosa lo despacha. Alvaro y Perpetua conversan sobre los ideales abolicionistas.
Estela reprende a Geraldo por su compulsión a la bebida. Branca dice que él vive en las tabernas recitando versos de Lord Byron. Branca le pide a su madre que la deje participar en la sociedad evolucionista para estar cerca de Alvaro. Leoncio una vez más intenta persuadir a Isaura pero ella lo repudia y dice que prefiere morir de sed y de hambre.