Capitulo 99

Leoncio consiguió arrancarle varios besos a Isaura. Primero, le ordenó que le acariciara la cabeza y luego, con una artimania tonta de que tenía una basurita, la obligó a que le sople el ojo. Blanca y Geraldo discutieron por lo que pasó en el cuarto de castigo con Isaura y pese a que Blanca jura de que sería capáz de arrancarle los ojos a la esclavita, Geraldo todavía no comprende y no cree que su hermana sea capáz de lastimar a alguien. Hoy ahorcaron al señor Coqueiro, apodado "La fiera de Macabú". Todo el mundo en Campos habló de ello diciendo que estaban de acuerdo con la condena. Todos menos Tomasia y Miguel que lloraron al ver al hombre desesperado yendo hacia su muerte. Y asi murió Coqueiro, proclamando su inocencia hasta el último momento y maldiciendo al pueblo que lo llamaba "asesino". Geraldo volvió a la carga con los poemas y declaraciones amor para Malvina que se aparta justo a tiempo para que no la bese. Leoncio entra a la sala y aunque no los vio, percibió el interés del abolicionista por su esposa...y lejos de ponerse celoso, se limitó a hablar de su desprecio por la poesía Y sugirió de modo claro, que ya era hora de que la visita que le han hecho con Blanca, debería llegar YA a su fin. Diego por fin volvió a su casa Gabriel no pudo disimular su rencor al ver a su primo. Al mismo tiempo, Helena se despedia de las monjas mudas que en esta oportunidad hablaron para bendecirla. Los hermanitos Vilela se enteraron en casa de la Condesa que Álvaro volvió a Aguas lindas debido a la enfermedad de Perpetua. Blanca pone cara de asco al saber que tiene fiebre amarilla y ya está pensando en volver a su casa si Álvaro ya no está allí. En el quilombo, André tuvo que ponerse en el medio para que Muleca no le diera una paliza a Rosa que no paraba de provocarla. Finalmente Muleca abandona el quilombo para ir en busca de Bernardo ya que se dio cuenta que él si la quiere de verdad y jamás le haría nada que la lastime. André se defendió diciendo que "la carne es débil". El Sr Chico le contó a Leoncio que Álvaro abandonó Campos. Leoncio quedó radiante con la noticia y supuso que el joven paulista se dio por vencido al no poder comprar a Isaura. Con gran satisfacción, fue derechito a la cocina para besar de nuevo a Isaura y para darle la noticia dejando a Isaura muy triste.